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Herramientas y Armas Mágicas.
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Herramientas y Armas Mágicas.
Brujo-Felino Jue Dic 04, 2008 3:02 pm
LAS ARMAS MÁGICAS
Para el trabajo mágico, se emplean una serie de objetos, algunos de los cuales se consideran que forman parte de la personalidad del practicante; con el tiempo se impregnan tan fuertemente de su energía áurica, que se podrían considerar verdaderas prolongaciones de él, a estos utensilios, tradicionalmente se les denomina, armas mágicas.
Las armas mágicas, básicamente sirven para dos propósitos, conseguir una mayor concentración en la práctica de los ritos y enfatizar con los movimientos mágicos.
Siempre se ha mantenido que las armas mágicas deben ser construidas con materiales naturales por la propia bruja/o. En la actualidad es muy difícil cumplir estas condiciones, cada vez es más difícil encontrar materiales naturales, por otro lado a veces resultan prohibitivos sus precios.
También es dificilísimo que uno mismo pueda construir una espada si no es herrero, o una copa de cristal o metal… Por ello casi todos estamos de acuerdo en comprar las armas mágicas ya construidas, a condición de que sean de materiales naturales y lo más artesanales posible.
Para comprar un arma mágica, no debemos tener prisa, hay que buscar y buscar hasta encontrar un objeto que nos cautive con su belleza, hasta que tengamos la sensación de que la han confeccionado para nosotros, al tenerlo en nuestra manos debemos sentir algo especial. Después deben limpiarse y consagrarse al servicio del Arte.
Cada tradición mágica dispone de sus armas mágicas características, pero hay cuatro que están presentes en casi toda la tradición Occidental sea de la rama que sea. Cada una de ellas corresponde a un elemento y son denominadas armas elementales. Solo con ellas disponemos de un arsenal completísimo.
Pero antes de entrar en la descripción de cada una de ellas, quiero hablar de armas menos conocidas pero muy arraigadas al trabajo mágico en Europa. Así pues, tenemos:
El Caldero, arraigado a la tradición Celta y algunas ramas de la magia de la naturaleza. Simboliza el útero fecundo de la Madre Tierra.
La Hoz, es un arma propia de las tradiciones lunares y de culto a la Madre Tierra. Su forma evoca la media luna, y depende de si se usa en creciente o en menguante, los efectos mágicos son completamente distintos.
También es un arma típica de las brujas/os que trabajan la sanación a través de la Tierra. Con ella recolectan las plantas medicinales y “cortan” ritualmente el dolor y la enfermedad. El Báculo y la Lanza, son dos armas típicas en las tradiciones Mediterráneas, ambas son intercambiables y a su vez son bastante equivalentes a la Espada.
El Báculo, en un arma honorífica, la ostenta quienes se dedican a la docencia del Arte.
La Lanza es un símbolo que ostenta los seguidores del “Camino del Guerrero”, pero también es símbolo de sabiduría.
El Áthame o Daga, es el arma más representativa de la tradición Wicca. Es perfectamente intercambiable con la Espada, pues simbolizan las mismas energías. Existen muchas más armas mágicas, pero depende a la tradición con la que se trabaje se tiene más preferencia por unas u otras.
La mayoría de armas tienen claramente definidas unas funciones y unas equivalencias elementales, por lo que conociendo las cuatro armas elementales y algunas de sus equivalencias, comprenderemos perfectamente su significado. Con el tiempo iremos aumentando nuestro arsenal mágico adecuándolo a la tradición que decidamos escoger.
Vamos a definir las cuatro armas que representan a los cuatro mundos elementales: Pentáculo. Se trata de un disco de metal, madera o cera, de unos 10 o 15cm de diámetro. Ésta es una de las pocas armas mágicas que se puede confeccionar personalmente sin mucha dificultad. Normalmente son de color dorado, y llevan dibujado o grabado un pentagrama o algún símbolo del Arte o del elemento Tierra.
Algunas brujas/os emplean una o cuatro monedas en su lugar, otros utilizan un cuerno lleno de cereales o un cuenco con sal o con tierra. Otra arma equivalente es el Escudo. Es el arma mágica del elemento Tierra. Se usa para representarla y en el trabajo de este elemento.
La Copa o la Taza. Es una copa o un cuenco sin asas. Puede ser de plata, cristal o cerámica. Representa al elemento Agua, es femenina por excelencia y simboliza el Grial.
Representa a las energías de la Diosa, y en cierto modo es equivalente al Caldero. También pueden emplearse conchas en su lugar. En los rituales simples, contiene agua.
En los grandes Sabbats se emplea sus dos formas; un cuenco para el agua, y una copa para consagrar el vino. En rituales de adivinación, se puede utilizar para escudriñar el agua.
La Vara. Es un bastoncito de madera de avellano, roble, olivo, acebo… el tipo de madera varía según a la tradición en que se trabaje, debe medir el mismo centímetro que la distancia entre el codo y los dedos de la bruja/o. Simboliza el elemento Aire*, es un arma de simbolismo masculino y en algunas tradiciones, eminentemente fálica.
En la Alta Magia Ritual se utiliza para las operaciones de evocación. En otras tradiciones sirve para enfatizar los movimientos de la mano del oficiante. En la tradición Wicca simboliza al Dios en su aspecto de Gran Fecundador, y solo se usa en los ritos que mantienen el concepto de prosperidad y fecundidad.
La Espada. Debe ser de acero y de doble filo. Es un arma típica de la Alta Magia Ritual. En las tradiciones paganas y populares se usa la Daga o Áthame en su lugar. Representa al elemento Fuego*, infunde una gran estética a los ritos. Es el arma reina de las tradiciones que siguen el camino del guerrero. En las tradiciones paganas se usa para representar al espíritu del grupo y representa al Coven, mientras que al Fuego personal se le representa con la Daga. También puede considerarse un símbolo de poder, independencia y acción. Está revestida de un cierto simbolismo fálico, pero no fecundador.
*Algunas tradiciones invierten la atribución y clasifican a la Espada y la Daga como representantes del elemento Aire, mientras que atribuyen la Vara al elemento Fuego. Ello es debido a que en una publicación de principios de siglo, la famosa orden esotérica, Goleen Dawn, atribuyó la Vara al Fuego y la Espada al Aire. La mayoría de los más tradicionalistas prefieren las antiguas atribuciones.
De todas formas, lo importante es comprender las energía que representan, y saberlas usar adecuadamente a cada rito.
Para el trabajo mágico, se emplean una serie de objetos, algunos de los cuales se consideran que forman parte de la personalidad del practicante; con el tiempo se impregnan tan fuertemente de su energía áurica, que se podrían considerar verdaderas prolongaciones de él, a estos utensilios, tradicionalmente se les denomina, armas mágicas.
Las armas mágicas, básicamente sirven para dos propósitos, conseguir una mayor concentración en la práctica de los ritos y enfatizar con los movimientos mágicos.
Siempre se ha mantenido que las armas mágicas deben ser construidas con materiales naturales por la propia bruja/o. En la actualidad es muy difícil cumplir estas condiciones, cada vez es más difícil encontrar materiales naturales, por otro lado a veces resultan prohibitivos sus precios.
También es dificilísimo que uno mismo pueda construir una espada si no es herrero, o una copa de cristal o metal… Por ello casi todos estamos de acuerdo en comprar las armas mágicas ya construidas, a condición de que sean de materiales naturales y lo más artesanales posible.
Para comprar un arma mágica, no debemos tener prisa, hay que buscar y buscar hasta encontrar un objeto que nos cautive con su belleza, hasta que tengamos la sensación de que la han confeccionado para nosotros, al tenerlo en nuestra manos debemos sentir algo especial. Después deben limpiarse y consagrarse al servicio del Arte.
Cada tradición mágica dispone de sus armas mágicas características, pero hay cuatro que están presentes en casi toda la tradición Occidental sea de la rama que sea. Cada una de ellas corresponde a un elemento y son denominadas armas elementales. Solo con ellas disponemos de un arsenal completísimo.
Pero antes de entrar en la descripción de cada una de ellas, quiero hablar de armas menos conocidas pero muy arraigadas al trabajo mágico en Europa. Así pues, tenemos:
El Caldero, arraigado a la tradición Celta y algunas ramas de la magia de la naturaleza. Simboliza el útero fecundo de la Madre Tierra.
La Hoz, es un arma propia de las tradiciones lunares y de culto a la Madre Tierra. Su forma evoca la media luna, y depende de si se usa en creciente o en menguante, los efectos mágicos son completamente distintos.
También es un arma típica de las brujas/os que trabajan la sanación a través de la Tierra. Con ella recolectan las plantas medicinales y “cortan” ritualmente el dolor y la enfermedad. El Báculo y la Lanza, son dos armas típicas en las tradiciones Mediterráneas, ambas son intercambiables y a su vez son bastante equivalentes a la Espada.
El Báculo, en un arma honorífica, la ostenta quienes se dedican a la docencia del Arte.
La Lanza es un símbolo que ostenta los seguidores del “Camino del Guerrero”, pero también es símbolo de sabiduría.
El Áthame o Daga, es el arma más representativa de la tradición Wicca. Es perfectamente intercambiable con la Espada, pues simbolizan las mismas energías. Existen muchas más armas mágicas, pero depende a la tradición con la que se trabaje se tiene más preferencia por unas u otras.
La mayoría de armas tienen claramente definidas unas funciones y unas equivalencias elementales, por lo que conociendo las cuatro armas elementales y algunas de sus equivalencias, comprenderemos perfectamente su significado. Con el tiempo iremos aumentando nuestro arsenal mágico adecuándolo a la tradición que decidamos escoger.
Vamos a definir las cuatro armas que representan a los cuatro mundos elementales: Pentáculo. Se trata de un disco de metal, madera o cera, de unos 10 o 15cm de diámetro. Ésta es una de las pocas armas mágicas que se puede confeccionar personalmente sin mucha dificultad. Normalmente son de color dorado, y llevan dibujado o grabado un pentagrama o algún símbolo del Arte o del elemento Tierra.
Algunas brujas/os emplean una o cuatro monedas en su lugar, otros utilizan un cuerno lleno de cereales o un cuenco con sal o con tierra. Otra arma equivalente es el Escudo. Es el arma mágica del elemento Tierra. Se usa para representarla y en el trabajo de este elemento.
La Copa o la Taza. Es una copa o un cuenco sin asas. Puede ser de plata, cristal o cerámica. Representa al elemento Agua, es femenina por excelencia y simboliza el Grial.
Representa a las energías de la Diosa, y en cierto modo es equivalente al Caldero. También pueden emplearse conchas en su lugar. En los rituales simples, contiene agua.
En los grandes Sabbats se emplea sus dos formas; un cuenco para el agua, y una copa para consagrar el vino. En rituales de adivinación, se puede utilizar para escudriñar el agua.
La Vara. Es un bastoncito de madera de avellano, roble, olivo, acebo… el tipo de madera varía según a la tradición en que se trabaje, debe medir el mismo centímetro que la distancia entre el codo y los dedos de la bruja/o. Simboliza el elemento Aire*, es un arma de simbolismo masculino y en algunas tradiciones, eminentemente fálica.
En la Alta Magia Ritual se utiliza para las operaciones de evocación. En otras tradiciones sirve para enfatizar los movimientos de la mano del oficiante. En la tradición Wicca simboliza al Dios en su aspecto de Gran Fecundador, y solo se usa en los ritos que mantienen el concepto de prosperidad y fecundidad.
La Espada. Debe ser de acero y de doble filo. Es un arma típica de la Alta Magia Ritual. En las tradiciones paganas y populares se usa la Daga o Áthame en su lugar. Representa al elemento Fuego*, infunde una gran estética a los ritos. Es el arma reina de las tradiciones que siguen el camino del guerrero. En las tradiciones paganas se usa para representar al espíritu del grupo y representa al Coven, mientras que al Fuego personal se le representa con la Daga. También puede considerarse un símbolo de poder, independencia y acción. Está revestida de un cierto simbolismo fálico, pero no fecundador.
*Algunas tradiciones invierten la atribución y clasifican a la Espada y la Daga como representantes del elemento Aire, mientras que atribuyen la Vara al elemento Fuego. Ello es debido a que en una publicación de principios de siglo, la famosa orden esotérica, Goleen Dawn, atribuyó la Vara al Fuego y la Espada al Aire. La mayoría de los más tradicionalistas prefieren las antiguas atribuciones.
De todas formas, lo importante es comprender las energía que representan, y saberlas usar adecuadamente a cada rito.
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